“Gracias por
concederme, en esta hora de España y en la Universidad de Alcalá de Henares, la
ocasión de haber sido la primera mujer galardonada con el Premio Cervantes”.
Estas fueron las palabras que pronunció María Zambrano en 1988 durante su
discurso tras ganar el premio de literatura más importante en lengua
castellana. Zambrano fue la decimoquinta persona en conseguir el galardón. En
sus 41 años de historia, tan sólo cuatro mujeres han ganado el Premio
Cervantes.
“Soy la cuarta
mujer en recibir el Premio Cervantes, creado en 1976, (los hombres son treinta
y cinco)”. Así lo ilustraba Elena Poniatowska, la cuarta y
última, en el año 2013. Entre los dos discursos han pasado 25 años y un cambio
de siglo.
Las otras ganadoras
son “las tres Marías”, como las llama Poniatowska: María Zambrano, Dulce María Loynaz del Castillo y Ana María Matute. Se
refiere a ellas como “las mujeres de Cervantes, al igual que Dulcinea del
Toboso, Luscinda, Zoraida y Constanza”. Dos españolas, una cubana y una
mexicana.
Poniatowska fue, sin duda, la más reivindicativa en su comparecencia. Se acordó de
Sor Juana Inés de la Cruz, escritora y religiosa mexicana, “castigada por amar
la ciencia y reprendida por prelados que le eran harto inferiores”. Pero
también de las mujeres asesinadas. “Todavía hoy se mercan las tripas femeninas.
El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la
cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de
la primera fue encontrado en un basurero” relató.
En sus discursos se
puede hallar el carácter de estas mujeres. Matute resumía su infancia a los
espectadores así: “Mi padre sabía que a mí no me gustaban las muñecas, ni los
juegos de las niñas de aquel tiempo: mujeres recortadas, las llamé yo”. Mientras
que Zambrano finaliza con un deseo: “Y ojalá que a esta misma hora, que bien
pudiera ser la del alba, alguien pueda seguir hablando -aquí y allí o en otra
parte cualquiera- acerca del nacimiento de la idea de libertad”.
La brecha entre
hombres y mujeres en el Premio Cervantes también se refleja en el número de
palabras dichas por cada sexo en los discursos de agradecimiento. En toda la
historia del certamen, los hombres han pronunciado más de 90.000 palabras en
sus discursos, mientras las mujeres superan por poco las 9.000. Es decir, sólo
una de cada diez palabras son pronunciadas por ellas. Una distribución del
espacio de expresión que, a todas luces, no resulta igualitario.
Ellas pronuncian,
de media, 2.403 palabras en cada discurso, lo que equivale a unos 16 minutos de
duración, teniendo en cuenta que la velocidad media de habla se sitúa entorno a
las 150 palabras por minuto, según el propio Centro Virtual Cervantes. Ellos,
por su lado, expresan 2.398 palabras en cada discurso de media, cinco palabras
menos que las mujeres. Sin embargo, los discursos más largos son los elaborados
por hombres, con Rafael Sánchez Ferlosio a la cabeza, que ganó el Premio
Cervantes el año 2004 y pronunció 5.183 palabras en su discurso de
agradecimiento. 35 minutos de duración hablando a un ritmo normal. A Rafael
Sánchez Ferlosio le siguen Mario Vargas Llosa, con un discurso de 4.777
palabras (1994) y Augusto Roa Bastos, con 4.672 palabras (1989). Los discursos
más breves del certamen también pertenecen a hombres. Es el caso del discurso
de Jorge Luis Borges, que con 533 palabras no debió extenderse más allá de los
cinco minutos de duración. Discursos similares en cuanto a extensión fueron los
de Gonzalo Rojas (565 palabras, 2003) y Guillermo Cabrera Infante (668 palabras,
1997).
En este aspecto,
las mujeres se sitúan en las posiciones medias de la tabla. El discurso de
agradecimiento más largo pronunciado por una mujer en el Premio Cervantes fue
el de María Zambrano, con 3.255 palabras. A la pensadora, filósofa y ensayista
malagueña le sigue Elena Poniatowska, la última mujer en recibir el galardón,
que pronunció 2.807 palabras; Ana María Matute, con un discurso de 2.491
palabras y, con un discurso más breve, Dulce María Loynaz, que dijo 1.061
palabras en el año 1992.
Las mujeres
tienen de media 10 años más que los hombres
Sergio Ramírez a
los 75 años es el Premio Cervantes 2017. Esta parece ser la edad idónea para
hacerse con la estatuilla, ya que la media ronda los 76 años. Sin embargo, se
aprecian grandes diferencias si se analiza la edad que tenían los hombres y las
mujeres en el momento de conseguirla. Ellos reciben el reconocimiento mucho
antes que las mujeres. En el primer caso, la media es de 75 años, mientras que
ellas los consiguen unos diez años más tarde.
Los escritores con
más edad son Nicanor Parra a los 97 años y Dulce María Loynaz a los 90. Ana
María Matute y María Zambrano tenían 85 y 84 años, mientras que Elena
Poniatowska, la más joven de las cuatro en conseguir el reconocimiento, tenía
80 años. Mario Vargas Llosa y Carlos Fuentes son los únicos escritores que no
habían llegado a los 60 en el momento de ser nombrados nuevo Premio Cervantes.
El primero tenía 58 años mientras que el segundo 59.
La mitad de los
premiados y premiadas, de nacionalidad española
Todo autor que
tiene el castellano como primer idioma a la hora de escribir y publicar puede
ganar el Cervantes. Esto incluye a los escritores españoles, pero también, a la
gran mayoría de Latinoamérica, a excepción de los de habla portuguesa y francesa.
La española es la nacionalidad que más veces ha sido premiada, en un total de
22 ocasiones, lo que supone algo más del 50%. Le sigue la nacionalidad mexicana
con seis escritores -Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio
Pacheco, Elena Poniatowska y
Fernando del Paso- y la argentina con cuatro -José Luis Borges, Ernesto Sabato,
Adolfo Bioy Casares y Juan Gelamn. Otros países con premios Cervantes son
Chile, Cuba, Perú o Nicaragua.
En cuestión de
género literario no hay diferencias entre los premiados. La narrativa es por
excelencia el predominante. Hasta 17 autores tienen esta temática como
predominante entre sus obras. Entre todos, suman 2.433 obras. Y Camilo José
Cela es, con diferencia, el que más libros ha escrito: hasta 125. Entre ellas, Poniatowska es la autora más
activa con 54.
A parte del
Cervantes, las tres féminas han sido homenajeadas con 70 distinciones. Esto
supone el 10% del total de medallas y honores que se han concedido a los
hombres cervantinos. La mexicana
encabeza también esta lista con 33 premios frente a los 46 de Mario Vargas
Llosa, el escritor más laureado de la historia del Premio Cervantes.
El Ministerio de Cultura especifica que pueden presentar
candidatos las Academias de la Lengua Española; los premiados en anteriores
convocatorias; instituciones y los miembros del jurado. Se falla a finales de año y se entrega el 23 de
abril, día del fallecimiento de Miguel de Cervantes. Dulce María expresaba en
1992: “Acepto conmovida este Premio que se me concede en la ciudad donde
naciera el gran escritor, y en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de
Henares” lugar donde se entrega desde su creación, por SS.MM. los Reyes.
Es inevitable la referencia al escritor o
a su “gran obra”, como la califica Dulce María, en cualquiera de los discursos
de los ganadores. “Hay quien pretende que Cervantes sólo se propuso ridiculizar
y por tanto erradicar los libros de caballería tan en boga en su tiempo.
Rechazo esta tesis”. Y argumenta: “La risa es una sustancia casi volátil,
quiero decir difícil de conservar: lo que hacía reír a nuestros abuelos ya no
nos hace reír a nosotros”. La cubana considera que El Quijote mantiene intacta su hilaridad, es por esto, inmortal
“porque conservar fresco ese elemento volátil en palabras escritas hace siglos
creo que constituye una verdadera hazaña”.
Publicado en COPE
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